GUARDA LAS PRUEBAS, NO LAS BORRES
El sexting puede convertirse en un arma de extorsión cuando las imágenes o videos íntimos que compartes terminan en manos de personas que buscan aprovecharse de ti. Si esto te ocurre, no elimines el material ni intentes bajarlo del sitio donde lo publicaron, porque esa es la prueba que servirá para denunciar. Guarda las conversaciones, pantallazos y cualquier rastro digital que demuestre la amenaza o el chantaje. Estos elementos son fundamentales para que las autoridades investiguen y te protejan. Y recuerda: no estás sola ni solo, pedir ayuda a tiempo puede detener la extorsión y evitar que el daño sea mayor.
